Ten en cuenta los periodos de consumo
En la medida de lo posible, intenta hacer la mayor parte del consumo eléctrico dentro de los periodos en los que el precio es más bajo.
Adapta la iluminación de tu hogar
En cada momento y elige la bombilla adecuada para cada zona, si es posible de bajo consumo.
Aprovecha el calor del horno o el de la vitrocerámica
Cocina varias cosas a la vez o una después de otra y apágalos un poco antes de lo necesario para que los alimentos se acaben de cocinar con el calor residual.
Utiliza programas cortos de lavado en frío
En lavadora y lavavajillas siempre que sea posible.
No pongas alimentos calientes dentro de la nevera
ISubirás la temperatura e impedirás que el resto de cosas se enfríen correctamente. Cuando descongeles hazlo pasando el alimento a la nevera en lugar de dejarlo fuera, de esta forma el aparato aprovecha el frío que desprende.
Aísla adecuadamente puertas y ventanas
Para evitar que el frío o el calor se pierdan.
Si tienes aire acondicionado procura no bajar de los 25ºC
Apágalo unos 30 minutos antes de salir de casa. El frío residual será más que suficiente y tu cuerpo empezará a adaptarse a la temperatura exterior, evitando resfriados.
Utiliza los aparatos sólo cuando los necesites
Por lo general lo de que un aparato gasta más al ponerlo en marcha que dejándolo encendido constantemente, aunque a menor potencia (el ejemplo clásico sería la calefacción) es una leyenda urbana.
Elimina el Stand by
Utiliza regletas para apagar completamente los aparatos que no puedan apagarse del todo por sí mismos.